La joven acabo su bebida de
frutos del bosque mientras mirara nerviosa a la puerta. El Green Mill estaba
vacio, solamente ella y una aburrida camarera tras la barra. Los minutos
pasaban nerviosamente hasta que finalmente la silueta de SM se dibujo en la
puerta.
– Fei-oo,
John ya era hora. Tenemos que darnos prisa ¿No querrás hacer esperar a
Nikolay Sokolov? Bastante he tenido que aguantar estas semanas aquí sola. No te
voy a perdonar que te escaquearas a dar clases de vuelo a tus amigotes –
recrimino mientras le golpeaba con el índice en le pecho mirándolo fijamente
desde abajo.
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El Green Mill en New Dawn |
– Lo siento Mei. Pídeme lo que
quieras. Sé que te debo una muy grande – se disculpo SM a la vez que ambos se
encaminaban al parque donde tenían la reunión.
– Dejame mi tiempo para
pensármelo, pero ten seguro que va ser grande y brillante. ¿Dónde narices te
has metido? Tenías que estas aquí una hora antes. Habíamos quedado para
ponernos al día y ver como salíamos de este pantano en el que estamos –
pregunto Mei.
– Todo se complico como
siempre. Mis conocidos han empezado a trabajar para Farseer y esta les encargo
un cargamento de Meta-Aleaciones. Como no sabían donde conseguirlas y nunca
habían salido de la Burbuja antes ofrecí a guiarlos hasta Maia para comprarlos
–
– Cuando me contactaste
estábamos atracados en Darnielle's Progress comprando
unas toneladas. Así que les deje camino de vuelta a ver a Felicity Farseer
en Deciat y puse rumbo hacia Ceos con la T10. La nave no está mal pero
vas a tener que meterle bastante mano, aun le queda para ser lo que esperamos…
– ¿No me iras a decir que como
es lenta llegaste tarde por eso? Con las prestaciones básicas te habría dado
tiempo de sobra para llegar. Ese tipo de escusa no cuela conmigo. Deberias
saberlo – interrumpió Mei.
SM la miro ofendido – ¿Me
dejas acabar por favor? Como te iba diciendo de camino a Ceos recibí varias
señales de auxilio de múltiples naves y sistemas cercanos. Me desvié
ligeramente de mi ruta para pasar primero por el sector Pleiades IR-W d1-55 1.
Allí localice la Sanchez Class Science Vessel ZIG-097 pero llegue tarde. Según
los registros de la nave al parecer subieron “algo” a la nave hace algunos días
y ahora han sido ataque de los Thargoides. No encontré supervivientes, quizás
alguien llegara antes que yo y los evacuara. No lo sé con certeza…
Después pase por la llamada de
auxilio de Celaeno a
ver qué pasaba y si podía ayudar de alguna manera. De nuevo volví a encontrarme
con el desolador paisaje de la coriolis en ruinas, llena de refugiados. Aun no
había llegado ninguna nave de salvamento así me dirigí hacer lo que pude por
sacar a la máxima gente de aquella caja de lata en llamas. Por suerte no había
ni rastro de los Thargoides en la zona.
Unos veinte minutos más tarde
finalmente apareció una mega-nave de salvamento de la Federación de Pilotos. De
nuevo, ni rastro de las superpotencias en la zona. Estuve evacuando todo el
tiempo que pude robar al viaje para poder llegar lo antes posible aquí. Lamento
si fue demasiado justo. Pero había gente muriendo en aquella base y cuando me
fui aun quedaban miles de civiles entre los muros de la Artemis Lodge. Vine lo mas rápido que
pude Mei.
– Ahh, tranquilo lo pasa nada.
No sé como lo haces pero siempre te metes en mil líos, parece que te persiguen.
Pero apresúrate, ya casi hemos llegado – comento señalando al pequeño parque
delante de ellos.
En el parque había un par de
parejas sentadas en los bancos alrededor de un diminuto lago con una pequeña
fuente en el centro. De entre la gente destacaba una mole de músculos trajeada.
Se encontraba al lado de la entrada quieta como una estatua de mármol con gafas
de sol. En un segundo los reconoció y se dirigió hacia ellos.
– Comandantes. Les estaba
esperando. El señor Sokolov me ha mandado a recogerlos. Si hacen el favor
síganme – Y se encamino hacia uno de los coches cercanos, una lujosa pequeña
limusina de ventanas tintadas manufactura por Saud Kruger.
Ambos amigos se miraron
preocupados, Mei se encogió de hombros y le encaminaron juntos.
– Llegados a este punto, poco más
podemos hacer. Sin ofender jefe pero no creo que seas rival para ese si
intentamos oponernos – bromeo para espantar el miedo la joven.
– Su carencia de fe me resulta molesta – comento SM y ambos se echaron a reír.
El coche negro recorrió los
distritos urbanos de la estación y puso rumbo hacia el muelle. Varios minutos
de incomodo silencio finalmente llegaron al muelle 37. Allí les esperaba
Sokolov con sus dos guardaespaldas. El peligroso grupo estaba admirando una
destartalada Beluga Liner que había conocido tiempos mejores. Al oír acercarse
el coche se volvieron a recibir sus invitados.
– Bienvenidos comandantes.
Síganme quiero comentarles algo. En estas últimas semanas ambos nos han
ofrecidos unos servicios impecables. Y como dejo claro en nuestra última
reunión esto era algo temporal por aquel “incidente” con mi amado hijo.
Comandante SM considere su deuda conmigo saldada. Pero antes de que vuelva a su
casa déjeme decir algo – comento caminando hacia la entrada de la nave, poco
antes de llegar se paro y se giro hacia ellos.
– Le hare una oferta que no
podrá rechazar – Sokolov hizo una pausa dramática
y les miro serio a ambos, antes de echarse a reír – Siempre quise decir esa
frase. Tiene peso, es icónica ¿No creen? Bromas aparte ¿Qué les parece? – y
alzo la mano derecha hacia la nave a su espalda.
– Una chatarra que conoció tiempos
mejores. Pero desde luego Saud Kruger tiene bueno diseños, sigue teniendo unas líneas
preciosas – contesto Mei sin pensarlo y se tapo la boca con la mano cuando se
dio cuenta – lo siento – se disculpo poniéndose roja.
– Jajaja, la honradez de
la juventud. Es verdad jovencita está bastante cascada pero con una buena mano podría
estar como nueva. Y aquí es donde entras tu creo – Sokolov la paro elevando la
mano antes de que Mei pudiera replicar – Déjame que me explique. Comandante SM
dejo claro que no quería involucrar a su compañía, Blue Star Corp era ¿no?, en
mis negocios. Quiere ganarse la vida honradamente y eso es algo que respeto.
Pero sigo necesitando tener una ruta privada a Sothis 5 y creo que he llegado a
una solución: La Goodfellas. He comprado mi propia nave, aunque como bien a
anotado su socia necesita algunas reparaciones. Y sobre todo una tripulación
preparada para este tipo de trabajo delicado. He investigado algo sobre usted
comandante y creo que tiene la experiencia necesaria para poder entrenar una tripulación
capaz de entrar en zonas “peligrosas” sin ser detectado o evitar conflictos.
Incluso recibió alguna medalla federal por este tipo de “operaciones de logística”
durante su estancia en el ejercito ¿Me
equivoco? – comento sonriendo Sokolov.
Mei se volvió sorprendida
hacia SM el cual cruzo los brazos antes de contestar – Veo que tiene sus contactos.
Supongo que también le habrán dicho que eso fue hace mucho tiempo. Uno se hace
mayor y deja atrás la temeridad de la juventud. Ya no me dedico a eso. Para que quede claro, no quiero tener ninguna relación
con usted. Sin ofender –
– Ni la tendrá. La nave es
mira, la tripulación es mía y las operaciones son mías. Solamente necesito un
par de consultores externos para repararla, entrenar la tripulación y consultor
ocasional. Completamente legal, con un sueldo generoso pero dentro del marco
que usted desea. Un simple cliente más de los servicios de su compañía. Piénselo
mientras echan un ojo a la nave por dentro, tienen el acceso autorizado. Espero
una respuesta esta noche – y despidiéndose con la mano se dirigió a su coche
acompañado de su sequito.
– ¿Qué vamos hacer jefe?
Seguimos necesitando la pasta. Y realmente nosotros no vamos a tener nada que
ver con lo que hagan con esta nave. En un par de semanas podríamos estar de
vuelta en Galileo y dejar esto otras con unos cuantos millones mas en el
bolsillo – pregunto indecisa Mei.
– La verdad no lo sé. ¿El mercader
de armas es menos culpable que el criminal que la usa para matar? Pero es
verdad que necesitamos tener a la Hope’s Shield lista lo antes posible para
poder enviarla ayuda humanitaria a Maia, con los últimos rescates me estado
jugando mi vida y la todos los refugiados. No veo una salida rápida por ahora,
espero que podamos cerrar el acuerdo con el profesor Palin lo
antes posible y que se convierta en nuestro principal cliente. Pero por ahora
no veo otra salida, aunque cargara bajo mi conciencia. Esperemos que nos ayude
a salvar más vidas, que las que quite esta decisión. Voy a necesitar una
vacaciones pronto para olvidar todo esto ¿Vamos a ver qué puede hacer por esta
antigualla? – contesto tristemente SM.
– Claro jefe. Lo que está
claro es que Nikolay Sokolov es fan de las pelis de mafiosos vintage.
– ¿Lo dices por la cita del
Padrino? Esa la cogí también – dijo orgulloso SM
– Por eso y por el nombre de
la nave, Goodfellas. Buena película.
– ¿Cuál es? No me suena – respondió
alzando una ceja John.
– “Uno de los nuestros”, irónico
nombre ¿no? Ya te la podre un día de estos – dijo dándole una palmada en la
espalda mientras subían por la pasarela hacia el interior de la nave.
– Nunca comprenderé como
alguien tan joven como tú le apasiona tanto el cine vintage de hace siglos.
Desde luego Mei eres peculiar – sonrío el comandante.
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